miércoles, 2 de mayo de 2018

CHAO VIVALDI



Enséñame a aguantar la respiración

porque ahora es el momento de coger aire.

Dentro de mí hay cuatro estaciones y un paisaje.

Hay una jungla con plantas salvajes.

Un lago que parece imperturbable

porque sus ondas son lentas y ordenadas.

Hay un desierto que quiere ser habitado.

Y un invierno donde refugiarse.

Un Sol y una tormenta permanente.

También he de contarte

que hay un edificio con alquitrán

derramado en las paredes.

Es tan oscuro

que no me extraña que sea ahí

donde guardo mis miedos.

Chao Vivaldi

Las estaciones se deshacen.

LLueve barro en Madrid.

Desenterramos flores

antes de que levanten

la cabeza los girasoles.

Pasamos de abril.

Chao Vivaldi

Báilame el fuego

que huele a San Juan.

Lanza sueños a la hoguera

a ver dónde van.

Mayo y aguacates.

Los guacamayos de mi cabeza

se han desteñido.

Echa a la hoguera el nido.

Dale un sorbo a este nuevo ciclo.

Chao Vivaldi

y a tus cuatro estaciones de Renfe.

Ten fe en mi café

porque no te fallará ni una mañana.

Sigue esta canción 

sin ninguna instrucción.

Hagamos con preguntas 

una construcción.

Arquitectura confusa

con alguna exclamación.

Chao Vivaldi

Nos vemos en la repisa del Sol.

Tirando del cielo

Sacándome de mis casillas

Vertiendo los dados

Jugándolo todo

Rompiendo mis esquemas

es-que-más claro 

no puede estar.

Poniendo a la venta los números

Empezando a sumar

Curando de una vez

los costipados.

Travis Bedel

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