Ahí os va la lista:
- Pelador de capas, esas que tapan lo que somos.
- Jarabe para la voz, para cuando haya que usarla sin temor.
- Mochila caracol.
- Traductor de miradas, para usar en mitad de un vagón y saber si es o no una ilusión lo que acabas de leer en esas pestañas.
- Vale para mandar a la mierda a quien te apetezca, sin temor a discusiones eternas.
- Botón de pausa, para poder evadirse en mitad de conversaciones que después no sabemos continuar.
- Bicarbonato para limpiar los malos ratos.
- Agua de lluvia para que todo fluya.
- Poción del sueño, para las noches de lucha contra el insomnio de los recuerdos.
- Spray antimiedos, tamaño bolsillo.
- Agujas de ganchillo que cosan destinos, y dejar de esperar a tropezar en el mismo rincón.
- Un crucerito en el barco de Peter Pan, total, él ya lleva mucho estando perdido.
(Ojalá no se sepa encontrar)
- Las tijeras de Eduardo, a ver si con esas, puedo podar falsas promesas.
- Un día moscoso para pasarlo en el bar, con el resto de la gente que no entiende de un café rápido.
- Zapatillas con muelles.
- Biodramina para los mareos en la cima, aún quedan muchas montañas que escalar.
- Extractor de los malos humos de la gente.
- Borrocóptero. Pues no, no me doy por vencida.
- Grabadora de ideas, de las que si no atrapas ya no regresan.
- Tendedero de tristezas, para que sequen al sol.
- Bicimetas, sobra explicación.
En una cima cualquiera, Clara Quintana Silva |